martes, 19 de noviembre de 2013

No sé nada

No entiendo los caprichos
delirantes que en mí nacen,
ni el deseo recurrente
de contacto persistente;
ni tampoco el pensamiento
de un solo baile nocturno,
ni comprendo las razones
del foco de mis miradas.

No sé nada de la fuerza
que me atrapa y desconsuela;
ni siquiera sé si es ella,
quien gobierna mis pasiones,
ni tampoco si pasiones
es palabra que merezca...
ni tan solo una palabra
que conozca me convence.


lunes, 21 de octubre de 2013

Ideas vacías

Me pregunto de dónde salieron
las ideas vacías. Dónde nacieron
los vacuos recuerdos falsos.
Cuánto duró la simpatía
de la memoria mientras vivía,
en los recuerdos amargos.

Cómo surgieron los sueños
ahora insoñables, que no crecieron
hasta muy tarde. Qué son
los ojos cerrados al día,
que hoy en la noche, todavía,
ignoran pena y dolor.

Quiénes fueron los amantes
temerosos y distantes
por su sola condición.
Por qué existen los deseos
reprimidos, verdaderos,
y perdidos a traición.

Desde cuándo lo vivido
muestra apático sentido
en favor de una quimera.
Qué será de aquel rumor,
de pasiones, portador,
con el que anoche durmiera.


viernes, 4 de octubre de 2013

Aunque no te guste la poesía

Y aunque no te guste la poesía,
no importa. Escribiré
para ti, escribiré cuando el día
se acabe, escribiré mientras viva
la noche, escribiré hasta el fin
de la luna.

lunes, 30 de septiembre de 2013

Letra: Lágrimas de Sangre

The Last Collape - Lágrimas de Sangre

Cuando vi tu frágil cuerpo tras la sombra del cristal,
cortando en el aire la luz, recordé:

Todos aquellos momentos en que tú me distraías
con tu sola mirada, mientras fuera de día.
Y en la noche recordaba tu sonrisa descuidada,
y luego al amanecer siempre miraba a la ventana.

Instantes de paseo sin rumbo,
siguiendo nuestra propia sonrisa.

He perdido el corazón por no poder verte a mi lado,
esta desesperación que poco a poco me está ahogando
me consume la razón y sólo aumenta mi dolor…
Creo que ha llegado la hora de verte de nuevo.

Mi felicidad perdida en poco menos que un segundo,
no pude hacer nada más que ver cambiar todo mi mundo.
Destrozada mi ilusión frente el suspiro de tu vida.
Estas lágrimas resbalan en mi rostro solitario.

Instantes de paseo sin rumbo,
Siguiendo nuestra propia sonrisa.

He perdido el corazón por no poder verte a mi lado,
esta desesperación que poco a poco me está ahogando,
me consume la razón y sólo aumenta mi dolor…
Creo que ha llegado la hora de verte de nuevo.

Y después de mi delirio me venció la oscuridad,
y me atrajo hacia la sombra del cristal.
Estas lágrimas de sangre cayendo sobre tus labios,
esos labios que hoy anhelo, labios tuyos de tus besos.

Renaceré entre tus brazos,
recordaré tu sonrisa,
dormiré para siempre,
despertaré de mi vida.

martes, 24 de septiembre de 2013

Inevitable verdad

Intenté negar verdades que me duele admitir;
mi silencio fue vestigio de un silencio superior.
Una mota de rencor que son mis lágrimas de ti,
una evocación prohibida de los versos que escribí.

Sólo versos temerosos destinados a vivir
dulces cuentos de sirenas en un mar sin parangón:
es más cruda la belleza que anhelo por afición,
y por ambición deseo los recuerdos que perdí.

Yo quisiera, tan siquiera, una pizca de calor
nacida del alma tuya, procedente de tu amor,
habitante de tu cuerpo con el que sueño dormir,
destinada a congelarse sin poder decir: "Adiós".

Dejaré que me devores, cada pedazo de mí.
Permitiré que me hieras, resistiré mi dolor.
Soñaré yo tus penas, soñaré yo tu angor,
pero nunca soñaré con una vida sin ti.

martes, 10 de septiembre de 2013

Existe


Su piel era toda azul,
su cabello, pelirrojo,
y sus ojos eran negros 
como negro fue mi enojo.

Como negra fue mi pena
de saber que estaba solo,
y mi soledad extrema
que sólo ella consoló.

Y sólo ella, con su voz,
un canto fino y tranquilo:
más tranquilo estaba yo,
que me encontraba dormido.

lunes, 22 de julio de 2013

Huida I

Se cayeron los destellos
de aquel techo moribundo
en retazos de recuerdos
que jamás verán el sol.

Se olvidaron de los besos
por la angustia del adiós
a los cantos de los cuervos
que rodean mi verdugo.

Encontré con la mirada
la constelación divina,
luz de lágrima callada
que lloró por accidente.

Flor de loto desterrada…
divagué rápidamente
pero no pude evitarla,
ella me pertenecía.

domingo, 12 de mayo de 2013

Paseaba por campos de fertilidad eterna


Paseaba por campos de fertilidad eterna,
distraído, sólo aliviando algunas penas,
discutiendo conmigo dónde dejarme caer.
No me importaría que nadie me recogiera,
es costumbre mía, es mi virtud la de perder,
es mi defecto no tener nunca lo que más quiero.

Y mientras camino lentamente sólo me quejo…
miro de abajo hacia arriba, me encuentro con el cielo,
se cae a trozos, por momentos, pero lo ignoro.
Ignoro que tengo en mis manos el firmamento,
ignoro los recuerdos que no existen cuando lloro,
ignoro lo posible y me aferro a lo imposible.

Me escondo en la sombra pero quiero que me miren,
estoy quieto aquí, observando el silencio de un crimen
cometido por nadie, apoyado por todos.
Me declaro culpable del dolor de un alma triste,
confieso mi delito: lo cierto es que estoy loco,
y me embriagan las caricias soñadas al eclipse.

Sufre el pedregal el batacazo de mi espalda,
cuando añoro mi inocencia, mi conciencia se resbala,
cuando sueño con amores de mil días me reprimo.
En el confín del ocaso perderé mi esperanza,
y al preludio de la luz, viva, volverá conmigo,
volverá a germinar la ilusión para ser arrancada.

miércoles, 27 de marzo de 2013

Me queda el día

Caigo rendido y muerto de sed,
sediento, me ahogo, respiro más lento,
la hierba fresca alivia mi frente.
Dementes mis ojos, que quieren verte,
que buscándote caigo, pierdo el aliento,
y sobrevive el recuerdo, mas miento,
miento por mí, por algo más...
Siempre ha sido así,
y siempre así será.

La realidad se me olvidó, no sé cuál es,
por jugar con ella la hice desaparecer,
no sé quién soy, ni quién seré.
No te veré, por culpa mía,
en mí floreció la mentira,
de mí se escondió la verdad,
porque no soy el único, hay alguien más...
Siempre ha sido así,
y siempre así será.

Aquí está mi escondite, éste es mi hogar,
ésta es mi humilde morada, pasad;
suficiente, media vuelta, fuera de aquí,
tengo que estar solo, tengo que pensar,
tengo que olvidar, tengo que perder
las conmociones de ayer
porque grito al despertar.
Siempre ha sido así,
y siempre así será.

Usurpado, muero en el sueño
encarcelado, y soy el dueño
de la llave de mi celda,
que no sé cómo se abre
pero sí cómo se cierra...
quiero abrirla, antes que muera
mi ansiedad por escapar.
Siempre ha sido así,
y siempre así será.

Lo que me queda es el día,
tu nombre a medio acabar.
Siempre ha sido así,
y siempre así será.

martes, 19 de marzo de 2013

Carmesí.

Mi piel se eriza:
al viento,
tus cabellos,
al viento brillan.
Y brillan tus ojos
siempre en el día...
que son tus rizos
que yo querría
con tu dorado
cabello, el oro.
Hechizo en tu mirada:
quiero ser víctima
cada día que pasa.
Y cada día caer
a tus pies,
que quiero verte,
te quiero... ver.
Devórame, carmesí.
Devórame, porque sí.
Me matas al sonreír.
Quiero vivir,
devórame, carmesí.
Te apoderas de mí,
al sentirte, lejos de aquí,
el silencio romper, carmesí.
Que no siento
tu piel,
y por qué...
que no puedo,
no puedo tener.
No puedo, carmesí,
no puedo tenerte a ti.
Te quiero, carmesí,
te quiero porque sí.

sábado, 2 de marzo de 2013

Arena.

He sido víctima una y otra vez,
de esas, sus fauces: la tentación.
Tiendo al vacío, que es mi temor.
He caído rendido, no sé por qué,
a ese cabello, la perfección.
Quiero tus labios... pido perdón.

Es el aire, el que vira y suspira.
Mi gran envidia: vive contigo,
tu acompañante, mi gran amigo.
Son mis ojos: te buscan y te miran.
Cuando te encuentro, olvido el brío.
Cuando no estás, pierdo el instinto.

Roza el viento las aguas cristalinas
de riachuelos cerca del mar:
iris en tus ojos al brillar.
Bajo el cielo los árboles suspiran...
sólo el silencio les oye hablar,
callando siempre, si tú no estás.

En la orilla resuena tu violín:
eco en las montañas y praderas,
dueño de los sueños que despierta.
Dueña de la sombra del jazmín
es tu voz, tu voz que en mi cabeza
vive, que en mi cabeza se queda.

No tengo miedo al rechazo: hoy no.
Tengo miedo a perderme entre dunas
por no encontrar tu claro de luna.
Luna de Sevilla, humillas al sol.
Aprópiate de mi alma y mi pluma,
destruye mi quimera nocturna.

Arena.
Sin palabras me quedo por arena.
Tan sólo quiero arena.

domingo, 3 de febrero de 2013

Llueve

Por debajo del polvo,
que el gélido aire no se lleva.
Entre el óxido de mis cadenas,
en la sangre de mis venas.

¿Hay alguien ahí?
¿Quién es? Ábreme la puerta.

No hay llave, no hay cerrojo.
Nunca hubo suerte, sino condena.
Ni la salida que yo quisiera
mucho tiempo antes de que te viera.

¿Y cuándo te vi?
¿Cuándo? Hoy quién lo recuerda

Vivo ansiándolo todo.
Quiero las voces que me rodean,
las miradas, que viran y esperan,
miradas crueles que me desvelan,
me atan al suelo y al cielo vuelan.

¿Vuelan para mí?
Sin alas no creo que puedan.

Soy ceniza entre escombros,
tú eres tus ojos, que me cortejan,
que brillan bajo la luna llena.
¿Cuántas son las estrellas que quedan?
¿Cuántas serían si tú cayeras?

¿Estrellas sin ti?
Sin ti no creo que vivieran.

Todo me sabe a poco.
Me sabe a poco mi humilde cena,
la luz el día, que no me ciega.
Me sabe a poco y de ti me aleja
la brisa otoñal, la lluvia eterna.

¿Lloverá sin fin?
Bajo lluvia nunca nieva.

Llueve y me quedo solo.
No estás aquí, ya nunca estás cerca.
Y pienso, si algún día volvieras,
nunca me dejes morir de pena.
Jamás me hagas ver cómo te alejas.

¿Caeré aquí?
¿Me ahogaré entre la niebla?

Respiraré bien hondo.
Respiraré hasta que muera.